martes, 31 de mayo de 2011

Cine: "EL CHICO QUE MIENTE" Decepcionante guión.


La película venezolana “El chico que miente” en definitiva hace honor a su nombre, pues mintió a toda persona que creyó que se vería una historia diferente y lejos de lo que caracteriza a los Films nacionales de temas como malandros y robos. Y así fue se cambio la pobreza de los barrios por la pobreza del guion de esta película que en ningún momento es capaz de entretener o llamar la atención de quien la ve.

Caracterizada por dos historias paralelas completamente absurdas y sin creatividad, muy lentas y extremadamente lineales, sin puntos de giros, confusas y con poca capacidad de hacer entender al espectador lo que esta ocurriendo en la primera hora y veinte minutos.

La película nunca presenta un estilo definido, pues cada historia paralela se componen por varias micro-historias que en realidad son pocos coherentes y quita por completo la idea de avance en la historia principal (Saber que sucedió con la madre del joven después del deslave de Vargas). Como si esto fuera poco hay que resaltar la forma tan decadentes y de poco sentido común que tiene los escritores de la película, pues causa vergüenza que una película que más allá de un guion malo, pero que pudiera llegar a ser de carácter familiar (apto todo publico), cometan una aberración, como es involucrar al protagonista principal, un niño de 13 años, en la contratación de prostitutas y el consumo de alcohol, más allá de que pueda ser algo que suceda en el país, es una imagen poco agradable, pues también carecía de importancia en la trama de la historia. Reflejando una vez más el poco sentido común que tiene algunos escritores venezolanos y mostrando como popularmente se le llama “el rancho que se lleva en la cabeza” donde son incapaces de contenerse en elaborar o incluir este tipo de cosas.

A pesar de todo lo malo ya mencionado, aun puede resaltarse algo peor, pues el final es la cumbre de la decepción, siendo capaz de generar en el espectador la pregunta “¿Qué acabo de ver? Perdí mi tiempo” , pues nuestro personaje principal fue en busca de su madre y cuando por fin la encuentra le deja un rosario y se va. No existió en ningún momento un climax, ni un momento emotivo entre el rencuentro madre e hijo, mucho un abrazo, nada… Como comenzó la historia finalizo, un protagonista sólo que conoció a nuevos personajes que abandono en el camino y una madre que solo observo y se fue.

Pues bien, esta película te deja tocado y resentido simplemente con el guion. Pues se destaca una fotografía excepcional de grandes paisajes naturales como los medanos de Coro hasta las ruinas de Vargas después del deslave. Con planos increíbles y bien realizados acompañados de una buena iluminación tanto artificial como natural. Además se rescata una actuación sobresaliente del joven actor Iker Fernández, que cargo con el peso de una película que ni los extras supieron acomoda demostrando su categoría aún amateur.

Sin dudarlo la película lo tenía casi todo, una idea de historia diferente innovadora capaz de atrapar, al venezolano con una historia recién como es el deslave de Vargas. Una excelente fotografía y un joven actor con ganas de demostrar, pero que todo fue contrastado por un pésimo guion que deja a esta película fuera de grandes producciones venezolanas como “Hermano” “Secuestro Express” o “La Hora Cero”.

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